La Plancha de Vapor

El planchado de una prenda consiste en la combinación de los efectos que tres agentes físicos producen sobre la misma; estos agentes son:

Presión.

Calor.

Vapor.

La actuación de estos tres agentes suele ser combinada en forma y cantidades variables; según sea la composición textil de la prenda puede requerir más presión y menos vapor, o más o menos calor en la plancha, vapor a mayor o menor temperatura y con mayor o menor humedad (sólo vapor o vapor más agua caliente).

Según las cualidades textiles de la pieza a planchar, según la naturaleza de la fibra que la compone, pueden darse básicamente tres supuestos de planchado: 

Fibras artificiales y/o sintéticas.

Fibras naturales animales.

Fibras naturales vegetales.

Según la pieza que planchamos, en la industria pueden darse dos tipos de plancha:

Plancha de fases de confección:

La plancha de proceso también llamada, se realiza durante el proceso de fabricación de la prenda y las más frecuentes consisten en abrir costuras, conformar vistas, cuellos, repasar pespuntes y mangas. Estas operaciones se realizan manualmente o con automatismos y tienen lugar en la sección de costura, con proximidad a cada operación de confección.

Plancha de prenda acabada:

Plancha final, se realiza una vez confeccionada y revisada la prenda, con ojales, botones, broches, etc., y tiene lugar en la sección de la plancha.

Al someter el textil a presión, vapor y calor, estos deben de actuar de forma rápida y breve, para no dañar o debilitar los tejidos. Debe cuidarse que las prendas estén planchadas en un ambiente ventilado y que no se sometan a estiramientos o presiones posteriores. Hasta veinte horas o más, de haber pasado una prenda por la plancha no se considera definitivo el planchado de la misma.